Darwin se equivocó.
Las especies nunca han cambiado.
El mayor problema que tuvo que enfrentar fue los medios
por los cuales sucedieron características adaptativas de generación en
generación, porque la genética todavia no existia antes de la muerte de Darwin. Un segundo problema que
no pudo resolver estaba relacionado con la naturaleza de los registros
fósiles.
Según la teoría darwinista, los cambios en las especies deberían ser permanentes y graduales. Pero las especies graduales explica bien los cambios intrapoblacionales, pero no la existencia de grandes saltos evolutivos.